Columnas políticas / Viernes 08 de Mayo
PROSA APRISA
Se perdieron las formas políticas
Las formas. Como se perdieron las formas de hacer política.
Por: Arturo Reyes Isidoro.- La confesión abierta de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, de que aspira a “ser votada para gobernadora” (en 2024) cuando todavía no son los tiempos políticos, en época pasada le hubiera costado un extrañamiento público y además que la congelaran.
En política la forma es fondo, dictó para la posteridad don Jesús Reyes Heroles.
Cuenta una anécdota que un día, en 1981, siendo dirigente nacional del PRI, Javier García Paniagua anticipó y confió al entonces secretario general de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Oscar Ramírez Mijares, que sería el candidato a gobernador de Coahuila.
Pocos días después lo mandó llamar el presidente José López Portillo (Jolopo) quien le preguntó si sabía porqué lo había mandado a traer. En vez de actuar con prudencia, discreción y esperar, olvidándose que en nuestro sistema el único que da primicias como la de una candidatura a gobernador es el presidente, se precipitó y le respondió que sí, que porque iba a ser el candidato porque ya se lo había dicho García Paniagua.
Jolopo reaccionó encolerizado y le dijo que entonces fuera con García Paniagua para que él lo hiciera candidato. López Portillo le dio la candidatura a José de las Fuentes Rodríguez. Lo castigó por su indiscreción (se decía entonces que una noticia de ese tipo no se le confesaba ni a la esposa y ni siquiera a la almohada) pero también por su falta a las formas: el único que podía dar primicias de ese tipo era el presidente y solo a él se le tenía que agradecer, aunque ya el interesado supiera que era el favorecido.
Cuando de veras se hacía política (los actuales apenas si son aprendices), no 2 se le faltaba el respeto ni al presidente ni al gobernador; nadie se saltaba las trancas, se iba por la libre ni adelantaba los tiempos.
En una circunstancia como la que se vive por las crisis económica y de salud, hubiera sido impensable que alguien se autodestapara, imperdonable además, y la infracción hubiera tenido una pena severa, la destitución de un cargo y la congeladora. Por eso el PRI mantuvo el orden.
La señora Nahle, en lugar de que estuviera preocupada por ver cómo rescata Pemex, si es que todavía es posible, porque está en su peor momento (cerró el primer trimestre del año con la peor pérdida neta en su historia para este periodo, de 562,250 millones de pesos), está más preocupada por ser candidata al gobierno del Estado.
Su declaración fue una confesión. No está en lo que debe, a lo que se debe entregar al 100 por ciento. Le es desleal al presidente, a quien además seguramente no consultó para hacer la declaración que hizo a Federico Lagunes, compañero periodista de Coatzacoalcos, en lo que equivalió a un autodestape, cuando apenas van año y cinco meses de la administración de Cuitláhuac García Jiménez.
En 1974, el rompimiento de las formas políticas llevó a lo que se conoce en la historia de Veracruz como el “carbonellazo”.
El entonces presidente Luis Echeverría, sin acordar con el dirigente nacional del PRI, Jesús Reyes Heroles, un viejazo con un gran peso moral, tuxpeño veracruzano además, dio luz verde a Manuel Carbonell de la Hoz para que se autodestapara como candidato a la gubernatura para suceder a Rafael Murillo Vidal.
Tres días le duró el gusto porque vino entonces aquel histórico gran encabezado a ocho columnas de Excelsior: “Yo, como veracruzano, no he votado por él” de Reyes Heroles dichas a aquel famoso periodista y columnista de entonces Ángel Trinidad (Trini para sus amigos) Ferreira, que hizo que el presidente diera marcha atrás y Carbonell se cayera (Trini, con raíces alvaradeñas, me platicó un día que en realidad don Jesús lo invitó a su oficina para dictarle la nota, su declaración, con toda intención, no que hubiera sido espontánea). Con ello el tuxpeño le dijo a Echeverría que no estaba de maceta e hizo valer su autoridad moral.
La Nahle se brincó ahora no solo al presidente sino también al dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar.
No solo eso. Faltó también al respeto al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, pues cuando se guardan las formas políticas, por cortesía se le 3 comparte una decisión de gran calado como, en este caso, quién sería su sucesor, o su sucesora.
Antes se cuidaban tanto las formas que, incluso ya habiendo candidato oficial a la gubernatura, el favorecido no venía al Estado o no aparecía en público hasta que se iniciaba su campaña, para no hacerle olas ni robarle espacios políticos y mediáticos al gobernador constitucional. Incluso terminada la campaña se volvía a desaparecer para dejar que el gobernador saliente concluyera su mandato con todos los honores.
Lo que pasa es que la señora Nahle no es política, no una política profesional sino una advenediza política, mujer a quien las circunstancias hicieron que estuviera cerca del entonces dirigente nacional de su partido y ahora presidente y se le supiera meter en el ánimo. Ese es todo su mérito. Y quienes saben de cosas electorales expresaron extrañeza por lo que declaró que desde 2016 interpuso “un recurso ante la fiscalía especializada… para poder ser votada para gobernadora”, puesto que la función principal de las fiscalías del país es investigar denuncias o querellas de ilícitos y además no tienen facultades para garantizar derechos electorales.
Quien debió acreditarle sus derechos electorales debió haber sido una autoridad jurisdiccional, no una fiscalía.
Lo cierto es que la oposición ha encendido veladoras para que ella sea la candidata. Sería lo mejor que le podría pasar a Veracruz, comentan los dirigentes. No tienen dudas que la barrerían.
Si el presidente le quisiera hacer un favor (y con ello a los veracruzanos) podría enviarla como candidata a gobernadora, pero de Zacatecas.
Por lo que hace a Morena, a Esteban Ramírez Zepeta, virtual nuevo dirigente estatal, ya tuvo un adelanto de lo que le puede pasar a su partido si no mete orden, no se impone y no impone respeto a los tiempos electorales y a las reglas partidistas; si no se hace respetar.
Debió haber salido a decir que en Veracruz no son tiempos electorales, que quien manda y marca la línea es el gobernador Cuitláhuac García y que su partido no avala ningún intento de adelanto; que su único tema es ahora la causa social por la salud y la economía y que reprueba cualquier manifestación política que distraiga los esfuerzos que el presidente hace en el Estado por apoyar a los que menos tienen. En fin.
Por otro lado, no veo al secretario de Gobierno, Eric Patrocinio, no lo escucho pidiendo a la señora Nahle respeto para el gobernador. Miguel Yunes Linares secretario general de Gobierno hubiera reaccionado hasta violentamente si alguien le hubiera 4 hecho algo así al gobernador Patricio Chirinos, hubiera descalificado cualquier declaración y cualquier intento de agandalle electoral.
Pero el respeto a las formas se ha perdido.
La oposición se lame los bigotes esperando que en Morena sigan así, que nadie los distraiga.
AL PIE DE LA LETRA
Mano dura en aduanas
Por: Raymundo Jiménez.- A pesar de contar con la asesoría jurídica y política de un abogado experto como el pozarricense Ignacio Morales Lechuga –exprocurador general de la República y exembajador de México en Francia, cargos en los que fue jefe de la xalapeña Patricia Ortega Pardo, quien hasta abril se desempeñó como Administradora Central de Modernización Aduanera–, Ricardo Ahued, como titular de la Administración General de Aduanas (AGA), no pudo durante diez meses hacerse siquiera de mejores herramientas legales para combatir la corrupción en ese “monstruo de cien cabezas”, como llamó el presidente López Obrador a esa fangosa área del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda.
Y es que a la semana siguiente de la renuncia de Ahued, fue publicado en el Diario Oficial de la Federación por el SAT un Acuerdo que dotará al nuevo Administrador General de Aduanas de facultades para autorizar, cancelar e inhabilitar a agentes y agencias aduanales, así como imponer sanciones a todos los involucrados en esta actividad, las cuales corresponderá ejecutar ahora al exsubsecretario del Trabajo, Horacio Duarte Olivares, un abogado mexiquense experto en derecho electoral, quien será el tercer titular de la AGA en estos primeros 17 meses del sexenio lopezobradorista.
Duarte, a diferencia de Ahued, tendrá más facultades en la vigilancia de comercio exterior y movimiento de mercancías al interior del país, según el Acuerdo del SAT recién publicado, el cual establece que “(el administrador general de aduanas) podrá otorgar o cancelar las autorizaciones de agencia aduanal, de agente aduanal incorporado a la agencia aduanal y de mandatario de agencia aduanal, así como inhabilitar a las referidas agencias; tramitar, resolver y notificar los actos o resoluciones concernientes a los asuntos relacionados con dichas autorizaciones o con la inhabilitación”.
Y es que a través de los agentes aduanales se realiza todo el despacho de mercancías que entra y sale del país por los recintos fiscales. Estas figuras operan bajo una patente que otorga la Secretaría de Hacienda y que les permite formar una agencia aduanal como empresa, la cual pueden operar con socios.
Actualmente, para cancelar una patente, es el SAT el que abre el procedimiento de investigación, pero esa facultad no está delimitada a un puesto en particular como actualmente se hace.
Además, el Presidente instruyó al Ejército y la Marina apoyar al nuevo administrador general en la vigilancia 6 de las aduanas, pues en su conferencia del miércoles antepasado dijo que el influyentismo y el hampa son las “dos fuerzas” que impulsan la corrupción en esa área. “O sea, para decirlo con claridad: por un lado, la delincuencia de cuello blanco y por el otro la delincuencia común. A eso hay que enfrentarse en aduanas, en puertos”, expresó.
Por eso, envalentonado, Horacio Duarte acaba de advertir que enfrentará “al monstruo de mil cabezas”, y que “no nos va a temblar la mano ni tendremos miedo” para echarlo “si descubrimos que el enemigo está adentro…”
Ahora se entiende por qué, al confirmar públicamente el pasado 23 de abril la renuncia de Adued, el presidente López Obrador dijo que en Aduanas había faltado también coordinación para enfrentar la corrupción de ese “monstruo de cien cabezas”.
De hecho, la presunta confrontación del exalcalde xalapeño con la Jefa del SAT la evidenció el propio Morales Lechuga al anticipar en su cuenta de Twitter: “El director de Aduanas Ricardo Ahued, excelente servidor público, ha renunciado. No aguanta a Raquel Buenrostro, el verdadero poder tras el trono, en su lugar va un subsecretario de Trabajo”, refiriéndose a Horacio Duarte, primicia que el exprocurador y exembajador salinista dio un día antes de que inclusive el Presidente oficializara públicamente la dimisión del senador con licencia y anunciara que propondría al Congreso el nombramiento del abogado originario de Texcoco, Estado de México, para ser el tercer titular de la AGA en lo que va de su administración.
RÚBRICA
Veracruz: tarde y mal
Por: Aurelio Contreras Moreno.- La decisión de cerrar el primer cuadro de casi todas las principales ciudades del estado este fin de semana anunciada por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, refleja la gravedad de la situación que se enfrenta a causa de la emergencia por covid-19 en la entidad.
La tarde de este jueves 7 de mayo, el titular del Ejecutivo estatal difundió un mensaje en el que dio a conocer unas duras medidas de restricción de la movilidad en las ciudades de Veracruz, Boca del Río, Xalapa, Coatzacoalcos y Poza Rica –que abarcan además a sus respectivas zonas conurbadas-, entre las que se incluyen la instalación de filtros sanitarios, el cierre parcial de las zonas céntricas de cada localidad y la revisión de comercios para evitar la operación de aquellos que no desempeñen actividades sustanciales. Disposiciones que contarán con el apoyo de las fuerzas del orden para hacerse cumplir.
La razón oficial argüida es la de evitar aglomeraciones en la víspera y celebración del Día de las Madres este domingo 10 de mayo, inhibiendo la salida de personas a la calle al prácticamente decretar un estado de excepción de facto que, valga la precisión, por desgracia estaría plenamente justificado ante la acelerada expansión de la pandemia en estas zonas, que concentran el mayor número de contagios en el territorio veracruzano.
Sin embargo, tampoco es algo que no hubiera podido estimarse que ocurriría. Como se ha señalado con anterioridad en éste y muchos otros espacios informativos, el aislamiento social se fue relajando rápidamente en las últimas semanas en el estado de Veracruz, donde se podía ver en todas partes gente departiendo en cafés, restaurantes y hasta bares, atiborrando bancos y centros comerciales, sin medidas de protección ni distancia prudente alguna. Quien creyera que eso no tendría consecuencias, probablemente hasta las padezca en carne propia en este momento.
Pero más que por el Día de las Madres, lo que habría encendido las alarmas en el gobierno veracruzano –y quizás hasta propiciado una instrucción desde el centro- fue la advertencia del subsecretario Hugo López-Gatell, quien a principios de esta semana declaró que Veracruz es de los estados que “empiezan con su ciclo epidémico”, lo que significa, sin rodeos, que lo más grave de la emergencia apenas estaría por llegar, con todo lo que ello implica.
Esta información habría hecho cambiar de estrategia a la administración estatal y al gobernador 17 Cuitláhuac García Jiménez, a quien su peor enemigo le debe haber recomendado que el mismo martes pasado saliera a las calles del centro de la capital del estado –las mismas que ahora ordenó cerrar – a darse “bañitos de pueblo” –apenas si se le acercó alguien – sin protección alguna, sin procurar sana distancia y, en realidad, sin ningún propósito ni beneficio.
Toda esta serie de desatinos –de la sociedad y de la autoridad – han llevado al estado actual de las cosas, que no trae buenos augurios: de acuerdo con el último corte de la Secretaría de Salud federal –la estatal reporta uno menos – en Veracruz ya existen 959 casos confirmados de infección por el coronavirus SARS -CoV2, lo que representa el mayor salto en número de contagios en la entidad en un día, con 87 nuevos pacientes entre miércoles y jueves.
Asimismo, en las últimas 24 horas fallecieron 15 personas, con lo que el número oficial de defunciones en Veracruz llegó a 98 a causa de la pandemia.
Tuvo que dispararse la emergencia en Veracruz para que la autoridad se decidiera a actuar en lugar de hacerse propaganda barata o de distraerse en la “grilla” partidista.
Lamentablemente, tarde y mal.
LÍNEA CALIENTE
El hambre, la otra pandemia
¡Yo no hablo inglés!
Por: Edgar Hernández.- A reserva de que el Peje nos diga que el trae otros datos, Veracruz vive, en el marco de la pandemia de Coronavirus, una crisis de mayores proporciones, la hambruna.
El confinamiento social agudizó el problema de abasto alimentario al trasladarse la crisis originada por el Coronavirus, a amplios sectores de la clase media básica, sustantivamente la que vive al día a día, la del comercio informal, la que carece de empleo formal y no forma parte del aparato burocrático.
Basta recorrer las amplias zonas rurales de Veracruz para percibir la angustia, la miseria y desesperación entre la población.
Letreros y mantas colocados en las carreteras y al pie de las ruinosas viviendas, dan cuenta del angustioso llamado por alimentos, la urgencia de agua y leche para los niños, así como granos para la siembra ahora que está empezando la temporada de lluvias.
Acudir al gobierno del estado que encabeza el peor gobernador de la república, Cuitláhuac García Jiménez, es como pedir peras al olmo sobre todo luego de constatar el jineteo de las despensas del DIF entregadas a las huestes morenas, particularmente a los diputados y políticos que pretenden jugar las presidencias municipales el año próximo.
Insultante que escondan las despensas del DIF cuando la gente desesperada clama ayuda e inconcebible que sin programa alguno de distribución salvo el interés por el distrito electoral, dichas despensas se repartan sin ton ni son.